¿Qué es una crisis de ansiedad? ¿Y una crisis de pánico?
Como describimos en nuestro libro Dominar las crisis de ansiedad, la crisis de ansiedad (también conocida como crisis de pánico) es una experiencia de terror extremo o pánico que resulta altamente preocupante para quien la sufre. Típicamente ocurre en cuestión de segundos y la persona, sobre todo las primeras veces, cree que es víctima de un infarto, un ahogo súbito o un mareo que puede hacerle caer al suelo. En ocasiones, el paciente cree que está volviéndose loco.
¿Cómo saber si he tenido una crisis de este tipo?
Los síntomas típicos de una crisis se manifiestan en cuestión de dos o tres minutos, diez como máximo. Debes haber tenido al menos cuatro o más de los siguientes síntomas de forma simultánea durante al menos 10 minutos:
- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
- Sudoración
- Temblores o sacudidas
- Sensación de ahogo o falta de aliento
- Sensación de atragantarse
- Opresión o malestar en el pecho
- Náuseas o molestias abdominales
- Inestabilidad, mareo o desmayo
- Sensación de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización)
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
- Sensación de entumecimiento u hormigueo
- Escalofríos o sofoco
Cuando no se alcanzan los cuatro síntomas requeridos de la tabla anterior, pero hay malestar suficiente, hablamos de crisis de síntomas limitados o minicrisis.
Las crisis de ansiedad, ¿en qué situaciones se producen?
Las crisis de ansiedad pueden presentarse en situaciones muy distintas:
- en ascensores
- en espacios abiertos
- en supermercados
- cuando hablamos con extraños
- cuando hablamos con personas atractivas o con autoridad
- cuando vemos una jeringuilla o una herida con sangre
- etc.
Las situaciones mencionadas suelen desencadenar crisis de ansiedad en algunas personas. Según el tipo de situación que genera el miedo irracional y desproporcionado, se diagnostica la presencia de una agorafobia, una fobia social u otras fobias específicas. Las personas que padecen esas fobias saben que si se enfrentan a una situación del tipo temido será altamente probable que sufran una crisis de ansiedad.
En otras ocasiones las personas pueden sufrir crisis de ansiedad de forma espontánea, como si no hubiera ningún desencadenante. Esto ocurre en aquellas personas que padecen trastorno de pánico. De repente, sin saber por qué, comienza la crisis de ansiedad y alcanza el máximo de miedo en cuestión de segundos, generalmente entre dos o cuatro minutos.
Aclarando algunas ideas
La ansiedad es una emoción que cumple una función protectora, por desagradable que nos resulte. Por tanto, los miedos que sufrimos cuando tenemos una crisis de ansiedad son irracionales y desproporcionados. Es decir, si somos capaces de escuchar lo que nuestras emociones tienen que decirnos, podremos realizar cambios en nuestra actitud ante la vida que nos permitirán sentirnos mejor.