Un libro para ayudar a los niños a superar sus miedos a través de los cuentos.
2ª EDICIÓN. Los cuentos terapéuticos, cuando se adaptan a cada niño, pueden lograr unos resultados excelentes, como lo demuestra la práctica clínica de los autores. En este libro se desvelan los detalles prácticos para crear y contar cuentos que curan a los niños con miedos, sacando partido de la gran capacidad de sugestión que tienen los pequeños de la casa.
Texto de contraportada
El miedo a la oscuridad y a dormir solo, el miedo a los cohetes y a las tormentas, el miedo a los animales, el miedo a las inyecciones o al pediatra, el miedo a las personas desconocidas son algunos de los muchos miedos que sufren los niños. Algunos de estos miedos aparecen como por arte de magia y desaparecen cuando el niño madura. Sin embargo, en ocasiones, el miedo es desproporcionado, muy intenso y resulta claramente una fuente de sufrimiento tanto para el niño como para sus padres y madres. En estos casos el miedo se ha convertido en fobia y el pequeño necesita ayuda para superar su miedo. De lo contrario, además de sufrir innecesariamente, el niño puede padecer alteraciones importantes en su desarrollo, tanto a nivel emocional como en su relación con los demás y en su rendimiento académico.
El propósito de esta obra es ofrecer a los padres, maestros y, en general, a todas las personas relacionadas con el cuidado de los niños, de una herramienta poderosa y especialmente adaptada para los miedos infantiles: los cuentos terapéuticos. El lector descubrirá que, a través de la creación de cuentos personalizados para cada niño, es posible establecer contacto con el canal emocional del miedo infantil, encauzando y resolviendo, de este modo, las emociones dolorosas. Los cuentos terapéuticos, cuando se adaptan a cada niño, pueden lograr unos resultados excelentes, como lo demuestra la práctica clínica de los autores. En este libro se desvelan los detalles prácticos para crear y contar cuentos que curan a los niños con miedos.
Datos del libro
Título: "Los niños, el miedo y los cuentos. Cómo contar cuentos que curan."
Autores: Ana Gutiérrez y Pedro Moreno.
Editorial: Desclée de Brower (Bilbao)
Número de páginas: 160
Índice
1. El miedo y los niños
El miedo que nos ayuda a sobrevivir
El miedo está en los genes: los miedos evolutivos
El miedo está en el ambiente: el miedo también se aprende
El miedo infantil y sus ventajas "perversas"
Los niños expresan el miedo de otra forma
El lenguaje del miedo infantil
A cada miedo "su medicina"
2. Los cuentos, la fantasía y la sugestión
La fantasía y las imágenes en los niños
La capacidad de sugestión
Los cuentos y su mágica intervención
3. Cómo crear y contar cuentos que curan
Las partes del cuento
La clave del cuento: cómo contarlo
El mejor contador de cuentos
Cómo crear los personajes del cuento
Una buena trama para el cuento
Plantillas de cuento listas para usar
La magia sanadora de los cuentos
4. Cuentos para ayudar a los niños
Breve guía para adaptar cuentos
El miedo a morir
Miedo a la oscuridad
Miedo a quedarse solo, a ser abandonado
Miedo a no ser querido
Miedo a ser ignorados
Miedo sin causa aparente
Miedo a que sólo quieran a mi hermano
Miedo al colegio
Miedo a los ruidos
Miedo al atragantamiento
Miedo a las inyecciones
Miedo los extraños
5. Algunas herramientas útiles contra el miedo
Guía de primeros auxilios: decálogo contra el miedo
Relajación para niños: como un globo de feria
Relajación para adultos
Decálogo para serenarse y serenar
Emoticofichas
Dibujo espontáneo, mandalas y canciones
Referencias bibliográficas
Introducción del libro
Los niños sienten miedo en muchas situaciones. No importa si el miedo es a dormir con la luz apagada, a los truenos o al colegio. Con frecuencia nos sorprenden con sus temores, pues a veces resultan totalmente inesperados y ridículos para una mente adulta. Pero el miedo, cuando está presente en el niño, puede llegar a ser muy perturbador tanto para él como para los padres o cuidadores. El niño llora, se pone rígido, se agarra con fuerza a su madre o a su padre, no quiere separarse y su cara es todo un cuadro de sufrimiento.
Entonces, los padres intentamos "razonar" con nuestro hijo, hacerle ver que su temor no tiene fundamento. Que los truenos son ruidos normales cuando hay tormenta, pero que a él no le va a pasar nada... Que dormir con la luz apagada es tan seguro como dormir con la luz encendida, al fin y al cabo, cuando cierras los ojos -- le decimos con la voz más calmada posible-- ya da igual que la luz esté encendida o no... Le decimos también al niño, cuando nos acercamos al colegio, que todo va a ir bien, que lo va a pasar muy bien con sus amiguitos y que puede estar tranquilo porque nosotros volveremos a recogerlo cuando terminen las clases... Y, sin embargo, en todos los casos, cuando llega el momento de apagar la luz, de quedarse en el colegio o cuando suena el próximo trueno, si no antes, el niño ya está llorando, agarrado con fuerza a nosotros y con su cara desencajada. Parece que no hubiera escuchado nada de lo que le hemos dicho.
Y, del algún modo, así ha sido. El niño no ha escuchado nada de lo que le hemos dicho con la parte del cerebro que habla el lenguaje del miedo. Las emociones y el lenguaje lógico y racional no comparten los mismos circuitos cerebrales. El cerebro está formado por dos hemisferios cerebrales, que tradicionalmente se han asociado a funciones diferentes. Así, al hemisferio cerebral izquierdo suele atribuirse, entre otras funciones, la comprensión lógica del lenguaje, los razonamientos, el detalle, mientras que al hemisferio derecho se le atribuye el análisis global de la información, por así decirlo, el sentido poético o emocional de lo que escuchamos. De acuerdo con la investigación neurocientífica actual, debemos admitir que aún no queda claro el mapa neuronal de muchas funciones cerebrales, pero la experiencia clínica demuestra que el uso de un lenguaje metafórico como el empleado en los cuentos es una vía excelente para ayudar a resolver los miedos infantiles.
El miedo en los niños es todo un mundo desconocido para muchos adultos --padres incluidos-- y para profesionales de la salud que no trabajan con estos pacientes. El miedo a los extraños, al abandono, a la oscuridad, a la muerte son algunos, que no todos, los miedos que experimentan los niños. Los miedos infantiles pueden agruparse en tres categorías: 1) miedos adaptativos, 2) miedos evolutivos, y 3) fobias. Los miedos adaptativos son aquellos que resultan proporcionados a los peligros a los que se enfrenta el niño. Estos miedos tienen una función protectora, adaptativa, y, obviamente, no requieren tratamiento. Sin el miedo adaptativo sería imposible sobrevivir (p.e., los coches nos atropellarían porque cruzaríamos la calle sin mirar, nos caeríamos por la ventana cuando quisiéramos coger algo que está fuera de nuestro alcance, etc.).
Los miedos evolutivos son un conjunto típico de miedos que aparecen en las etapas de desarrollo del niño y que van en relación con su maduración neuropsicológica y la adquisición de nuevas habilidades cognitivas. Los padres y cuidadores deben conocer estos miedos para canalizarlos adecuadamente, ya que el manejo inadecuado de estos miedos puede conducir al desarrollo de fobias.
Las fobias son miedos que resultan excesivos o irracionales. Cuando el miedo se convierte en fobia, no cabe esperar que desaparezca por sí solo, por el mero paso del tiempo. La fobia infantil se convierte entonces en una fuente importante de sufrimiento para el niño y para sus cuidadores, que puede llegar a causar una disfunción grave en el desarrollo del niño, no sólo a nivel emocional o psicológico, sino también en el desempeño académico y en la socialización.
Puesto que las estrategias habituales de tranquilización no suelen dar resultado en el abordaje de los miedos fóbicos, a veces a los padres les resulta inevitable entrar en una espiral frustrante de control de los miedos infantiles por la vía racional. El niño no logra dominar su miedo pese a los consejos tranquilizadores de sus padres o cuidadores y estos se sienten cada vez más impotentes ante el miedo creciente del niño. El resultado suele ser un binomio emocional sinérgico --nada recomendable-- de miedo y frustración, que no hace sino incrementar el problema emocional del niño.
La idea de esta obra surge de la forma más fortuita y casual hace ya un tiempo. Mi colega, Ana Gutiérrez, y yo trabajamos juntos desde hace más de 15 años (aunque nos conocemos desde hace más de 25 años). Siempre me ha parecido una psicóloga muy creativa, pues no se limita a poner en práctica lo que dicen los manuales de tratamiento psicológico al uso. De hecho, admiro su gran intuición con los pacientes, que le permite ver, en muchos casos, más allá de las palabras que pronuncia el paciente. Está especialmente dotada para sentir las emociones del paciente y conectar con él, lo que --debo admitirlo, aunque resulte un poco indiscreto-- al principio de su carrera le causaba bastante sufrimiento por la dificultad para protegerse del dolor que a menudo traen los pacientes a la consulta. Precisamente, esta gran capacidad de empatía es lo que le permite conectar con los niños hasta bordear el embrujo. Es capaz de captar los matices de sus miedos y penetrar en el mundo de sus fantasías y emociones con gran habilidad.
Y ¿cómo surgió este libro? Pues un día, mientras preparaba algunas ideas para mi próximo libro, caí en la cuenta de que mi colega tenía ya toda una colección de cuentos que había ido elaborando a lo largo de los años para ayudar a sus pequeños pacientes con miedos. De pronto, esto me pareció emocionante, como el que descubre que tiene un tesoro en el sótano y que, con un poco de esfuerzo, puede traerlo a la luz y disfrutar de él. Y así fue como empezamos a trabajar en este libro. Seleccionamos los cuentos más representativos de los utilizados con miedos infantiles y elaboramos todos los apoyos necesarios para que cualquier persona interesada en ayudar a los niños con miedo pudiera utilizar las herramientas que mi colega venía utilizando desde hacía años, de forma muy intuitiva y creativa. Nos interesaba transmitir no sólo el texto de los cuentos, el qué contamos, sino cómo se construyen y cuentan estos cuentos para que entren por el canal de las emociones de los niños y les ayuden a crecer felices y sanos.
Para cumplir con nuestro propósito elaboramos el siguiente plan.
¿Qué vas a encontrar en este libro?
El propósito de esta obra es dotar a los padres, maestros y, en general, a todas las personas relacionadas con el cuidado de los niños, de una herramienta poderosa y especialmente adaptada para los miedos infantiles: los cuentos terapéuticos. A través de la creación de cuentos personalizados para cada niño es posible establecer contacto con el canal emocional del miedo infantil, encauzando y resolviendo, de este modo, las emociones disfuncionales. Los cuentos terapéuticos, cuando se adaptan al perfil particular de miedo de cada niño, pueden lograr unos resultados excelentes.
En el capítulo primero abordamos el mundo de los miedos infantiles, para poner en contexto esta emoción y conocer los matices que separan los miedos evolutivos de los patológicos, los modos particulares en los que se expresa el miedo infantil (que difiere del modo en el que lo hacemos los adultos) y las "ventajas perversas" que obtenemos del miedo los padres cuando educamos a los hijos. Cerramos este capítulo con algunos consejos prácticos para prevenir la aparición de miedos patológicos en las distintas etapas del desarrollo infantil.
A continuación, en el capítulo segundo, desarrollamos las ideas principales que debemos tener presente los padres sobre la fantasía y la capacidad de sugestión de los niños. Cuando la capacidad de razonamiento no ha hecho presencia en todo su esplendor, como ocurre en los niños, la fantasía y la sugestión dominan la percepción del mundo y, en consecuencia, la dificultad para controlar las emociones. Desarrollamos también el papel que los cuentos pueden jugar en este mundo de fantasía infantil en el que aparecen los miedos de nuestros hijos.
Entrados ya en materia, en el tercer capítulo nos adentramos en los entresijos del arte de crear y contar cuentos que curan. Explicamos las partes de los cuentos y las claves para contarlos, cómo convertirse en un gran contador de cuentos y cómo crear personajes de cuentos terapéuticos. También incluimos pistas para elaborar la trama de un cuento terapéutico personalizado y algunas plantillas listas para usar como recursos creativos. Finalizamos este capítulo con la exposición de las principales ventajas del uso de los cuentos terapéuticos personalizados.
En el capítulo cuatro recogemos doce cuentos que se utilizaron con niños en la consulta para curar sus miedos. Estos cuentos seleccionados cubren los miedos fóbicos más frecuentes de los niños: miedo a morir, a la oscuridad, a quedarse solo, a ir a la escuela, a no ser querido, a ser ignorado, a que quieran más al hermano, a los ruidos, las inyecciones y los extraños También incluimos un cuento para el miedo en estado puro, sin causa aparente. Este capítulo aporta una breve guía para adaptar los cuentos a las circunstancias particulares de cada niño.
En el último capítulo se presentan algunas herramientas complementarias, que pueden resultar muy útiles a los padres de niños con miedo: breve guía de primeros auxilios contra el miedo, estrategias de relajación tanto para niños como para adultos, un decálogo para serenarse y serenar al niño, emoticofichas, mandalas y recomendaciones musicales para el miedo (otra importante vía de acceso a las emociones). Finalizamos con algunas lecturas recomendadas para ampliar aspectos que pueden interesar al lector.